El día 20 de marzo de 2019, en las instalaciones del Hotel Real Plaza, se realizó el simposio económico con la presentación del libro titulado: “Investigaciones para el desarrollo económico de Bolivia”, con la participación de 241 personas. El evento ha sido promovido por la Academia Boliviana de Ciencias Económicas (ABCE) y la Fundación INESAD, en el marco del convenio de cooperación técnica firmado con CAF -banco de desarrollo de América Latina- para promover investigación sobre desarrollo económico de calidad y relevancia, y basada en evidencia, en Bolivia.
Tal convenio se hizo efectivo a partir de un fondo concursable, abierto a todos los profesionales e investigadores que radicaran en el país. La Convocatoria mencionada fue lanzada en octubre de 2017 y en sus bases se estipuló un proceso de selección riguroso que fue realizado por un Consejo Evaluador. Este Consejo estuvo formado por cinco profesionales, todos Doctores en Economía de universidades destacadas a nivel mundial, con una reconocida experiencia en docencia y en investigación científica y aplicada.
Después de un arduo trabajo, aún por la alta calidad de varias propuestas de investigación, finalmente el Consejo Evaluador decidió, en enero de 2018, premiar a seis de ellas; por ser las más prometedoras para el cumplimiento del objetivo principal −y directrices de calidad, pertinencia y basada en evidencia−, del fondo concursable. A partir de esa fecha, los ganadores desarrollaron sus investigaciones siguiendo pautas y revisiones a partir de las directrices señaladas. El resultado de este trabajo fue la realización de cinco investigaciones en desarrollo económico que forman parte del libro.
Las investigaciones están divididas en capítulos y han sido ordenadas comenzando con los enfoques microeconómicos hasta llegar a los macroeconómicos. Cada capítulo contiene dos secciones. La primera ha sido llamada “síntesis de política”, donde se describe brevemente la investigación para una audiencia no especializada en el tópico tratado y se enfatiza en pautas y recomendaciones para políticas públicas. La segunda se constituye en el “estudio completo” propiamente dicho.
La primera investigación, capítulo uno, se titula “Las características y el desarrollo de la economía popular: un modelo formal con evidencia etnográfica” y ha sido escrita por Joaquín Morales y Valeria Salinas. Como su nombre lo indica, los autores buscan explicar, a partir de un modelo microeconómico y datos cualitativos, por qué ciertos actores de la “economía popular” han sido prósperos. El trabajo muestra que el talento gerencial y la capacidad “coopetitiva” –i.e. cooperativa y competitiva– juegan roles importantes al momento de entender este éxito económico.
La segunda investigación, capítulo dos, se titula “Análisis de la desigualdad de largo plazo en Bolivia 1976 – 2012” y ha sido escrita por Luis Castro, Gustavo Zárate y Valeria Salinas. Los autores estiman un índice socio-económico con información censal –que incluye características de la vivienda, servicios básicos y educación–, para varios grupos poblacionales, y analizan diversos estadísticos asociados a este. Entre los resultados más destacables se aprecia que los grupos desfavorecidos han tenido una mejora remarcable en el índice a lo largo del tiempo, especialmente durante el periodo inter-censal 1992/2001; pero todavía vivir en las áreas rurales incrementa la desigualdad socio-económica, mientras que los años de educación la reducen.
La tercera investigación, capítulo tres, se titula “Descentralización en Bolivia: eficacia y externalidades” y ha sido escrita por Darwin Ugarte y Osmar Bolívar. Los autores evalúan empíricamente la eficacia de las inversiones municipales para cubrir las respectivas necesidades locales, y la incidencia del programa del gobierno central “Bolivia Cambia” en los patrones de estas inversiones. Entre los resultados obtenidos se observa que las inversiones respondieron de mejor manera a las necesidades locales –como en salud y educación– a principios de la descentralización con la participación popular (1994) que con la profundización de la descentralización (2010). Además, el programa “Bolivia Cambia” fue complementario a las inversiones locales; pero en otros casos la sustituyó.
La cuarta investigación, capítulo cuatro, se titula “Rent-seeking en un entorno de alta dependencia de recursos naturales: el caso de Bolivia” y ha sido escrita por Bernardo Fernández, Marcelo Gantier y Martín Palmero. Los autores analizan el comportamiento rentista de los grupos sociales –como resultado del boom de los precios de los commodities de la última década– sobre la economía boliviana, a partir del desarrollo y la calibración de un modelo de Equilibrio General Dinámico Estocástico (DSGE por sus siglas en inglés). Entre los resultados más destacables se encuentra que el boom exacerbó el rent-seeking, y este comportamiento tuvo efectos negativos en el crecimiento económico y en el bienestar social.
La última investigación, capítulo cinco, se titula “Fluctuaciones cíclicas y cambios de régimen en la economía boliviana, un análisis estructural a partir de un modelo DSGE” y ha sido escrita por David Zeballos, Juan Carlos Heredia y Paola Yujra. Los autores desarrollan y calibran un modelo Markov-Switching DSGE para estudiar como diversos choques experimentados en la economía −precios de los commodities, demanda externa, etc. – afectan a las variables macroeconómicas bolivianas, particularmente a la inflación y al producto. Para ello simulan cuatro escenarios asociados a diferentes cambios de régimen –i.e. cambios en las volatilidades, y formas de ajuste y/o reacción de las variables (derivadas de cambios en los parámetros del modelo)–. Los resultados muestran que existieron cambios de régimen en los últimos años, donde se destacan: los cambios en la volatilidad de los choques y en la forma de reacción de la autoridad monetaria frente a desvíos de la inflación y el producto con relación a sus niveles tendenciales; las que incidieron en la dinámica económica del país.
Cabe destacar que las investigaciones contenidas en el libro no solamente se han constituido en un aporte a una mayor generación de conocimiento en el país, sino que −a través de las directrices establecidas para el fondo− se encuentran en la frontera de la ciencia económica, teórica y aplicada; y pueden ciertamente aportar a un debate informado y a un diseño adecuado de políticas públicas.