La Paz y el desafío de retomar el liderazgo productivo

En las últimas décadas La Paz cedió el liderazgo productivo a otros departamentos. Gradualmente, la economía paceña se estancó a pesar de su gran potencial. La minería y los servicios se han convirtido en sus principales actividades.

Por: Alberto Cárdenas

Especial de Aniversario Departamental

Foto: El departamento paceño tiene el desafío de volver a ser un imán para la atracción de inversiones privadas.

A puro pulmón, La Paz busca recobrar el liderazgo en la economía nacional. En el mes de los 213 años de la gesta libertaria, el departamento pretende superar el estancamiento crónico y revertir la progresiva desaceleración —agravada por la pandemia de coronavirus— que ha mermado su desempeño al punto de que los servicios y el comercio se han convertido en sus principales actividades económicas a pesar del enorme potencial productivo.

Según datos de INE el PIB de La Paz llegó a Bs 11.704 millones en 2021 aportando el 27,7% del PIB nacional; en primer lugar está Santa Cruz que registró el producto regional más alto con Bs 16.301 millones y aportó el 30,3%.

Con relación a este aporte, el histórico 1988-2021 muestra que en 1997 La Paz cedió a Santa Cruz el primer lugar que conservaba la década previa (aunque con márgenes estrechos) y no pudo recuperar el liderazgo; por el contrario, la brecha entre ambos departamentos se hizo más amplia.

Un análisis de Fundación Milenio establecía que antes de la pandemia la economía paceña “pese a tener una tasa de crecimiento superior al 4% y un bajo nivel de desocupación general, no presentaba perspectivas muy positivas”.

Foto: Datos.

Después de haber alcanzado un notable 7,8 % en 2015, prosigue el análisis, “la economía paceña ha reducido su tasa de crecimiento, situándose en 2018 en 4,5 %, ligeramente por encima del promedio nacional. Tomando un período más largo de 12 años (2006-2018), la economía paceña ha registrado un promedio anual de 5,4%, superior al 4,9% nacional”.

El crecimiento actual del Producto paceño no mejoró sustancialmente; cerró el 2021 con un 5,29% que lo ubicó en el sexto escalón entre los nueve departamentos del país; le precedió Santa Cruz (5,74%) mientras que Oruro (14,42%) y Potosí (15,7%) se ubicaron en los primeros lugares, respectivamente, al influjo de la minería y los buenos precios en los mercados internacionales.

Los datos de INE muestran que la principal actividad del PIB paceño son los servicios de la administración pública que tienen una participación del 21% en el producto regional y que prácticamente duplicó este aporte en las últimas tres décadas (12,8% en 1988); los establecimientos financieros, seguros, bienes inmuebles y servicios a empresas ocupan el segundo lugar con 13,6%. El comercio es la tercera actividad principal (8,9%).

No obstante, la minería paceña fue la actividad que en 2021 experimentó una mayor recuperación con una variación del 38,9% respecto de la gestión pasada, le siguen la construcción con 19,85%, el transporte con 13,85% y el comercio con 8,32%. Con cifras más modestas, la industria manufacturera reporta una recuperación del 2,78%.

Finalmente, el PIB per cápita, que según los expertos refleja las mejoras en la calidad de vida de los habitantes a medida que este aumenta, muestra una mejora en el departamento en las últimas tres décadas: del séptimo lugar en 1988 $us 664, escaló al tercer lugar en 2021 con $us 3.723.

Industria pujante

Un indicador que refleja la lucha por mantener liderazgo son los esfuerzos de la industria paceña que, a pesar del escenario adverso, aporta casi un cuarto del PIB industrial nacional (23%).

“Existen más de 11.800 empresas industriales en La Paz que representan el 32% de las 37.000 industrias en Bolivia; la industria genera cerca del 27% del empleo formal en La Paz, es decir, más de 33.000 empleos formales; empero, el sector industrial paceño genera alrededor de 165.000 empleos (entre formales e informales)”, explicó a Economy la Presidenta de la Cámara Departamental de Industrial de La Paz, Cynthia Aramayo.

Las cifras del INE muestran que la industria manufacturera es la cuarta actividad del Producto paceño con 8,3% aporte que aún está lejos del promedio de 13,9% en los años de bonanza (1988-1998) en los que, incluso superó el 16%.

Respecto a las exportaciones, la minería representa más del 94% de las ventas al exterior del departamento.

Progreso integral

Pero vamos más allá. Los expertos coinciden en que solo las cifras el PIB no son suficientes para determinar el desarrollo de una sociedad. Hay que hacer una mirada integral que, conceptualmente, permita identificar la “capacidad de una sociedad para satisfacer las necesidades básicas de sus ciudadanos, establecer bases sólidas que les permitan aumentar y mantener su bienestar, y crear condiciones para que alcancen su pleno potencial”

Antes de la pandemia, tres economistas nacionales construyeron por primera vez el Índice de Progreso Social (IPS) de los nueve departamentos del país “sin utilizar indicadores económico-monetarios” por lo que evalúa indicadores en tres grupos: Necesidades Humanas Básicas, Fundamentos del Bienestar y Oportunidades.

Así, en el IPS 2016 y con una puntuación de 69 sobre 100, La Paz compartía el tercer lugar con Cochabamba, después de Santa Cruz (73) y Tarija (71); la cifra reflejaba una tendencia ya que con datos de cinco años antes, las posiciones eran las mismas.

“El IPS de La Paz no mostró ningún cambio entre 2012 y 2014, mientras que Cochabamba presenta un leve deterioro en estos años. Ambos departamentos igualan puntaje en 2014 y aumentan en la misma proporción los años siguientes”, asegura el revelador estudio promovido por el Instituto de Estudios Avanzados de Desarrollo.

La Paz, tercero en progreso social

El índice de Progreso Social (IPS) muestra que La Paz experimentó un rezago frente a otros departamentos; su fortaleza está en la generación de oportunidades y, principalmente, en el acceso a educación superior.

En el afán de encontrar una herramienta que permita medir el progreso de una sociedad no solo mirando el desempeño económico, Luis Fernando Serrudo, Carlos Gustavo Machicado y Juan Cristobal Birbuet, elaboraron el primer Índice de Progreso Social (IPS) para los nueve departamentos del país.

“Al incluir sólo indicadores sociales y ambientales permite capturar el progreso social sin mezclarlo con el progreso económico. Además, el IPS procura emplear indicadores que reflejen los resultados alcanzados y no los esfuerzos realizados para alcanzar dichos resultados”, aseguran los investigadores del Inesad que consideraron un quinquenio de datos.

Según el IPS, en la dimensión Necesidades Básicas (que considera indicadores como nutrición y asistencia médica básica, agua y saneamiento, vivienda y seguridad personal), La Paz obtuvo un puntaje de 58,5 que lo ubica en el quinto lugar

En Fundamentos de bienestar (que considera el acceso a conocimientos básicos, información y comunicación, salud y bienestar y calidad medioambiental) logró un 72,5 con lo que se ubicó en el segundo lugar.

Finalmente, en la dimensión Oportunidades (que considera Derechos personales, libertad personal y elección, tolerancia e inclusión y acceso a educación superior) logró 76,3, su puntaje más alto, con lo que se ubicó en segundo lugar.

El estudio encontró que no todos los departamentos logran la misma eficiencia transformando el crecimiento económico en progreso social.

En el caso de La Paz, el IPS encontró que el departamento “se ubica mejor en acceso a conocimientos básicos y en acceso a información y comunicación, y lidera el ranking en acceso a la educación superior. El desempeño comparativo más bajo de los Departamentos del oriente boliviano se presenta en los componentes de la dimensión de Oportunidades”.

Rumbo a una zona metropolitana

Con el objetivo de recuperar protagonismo y reactivar a la industria local, la Cámara Departamental de Industrias (Cadinpaz) ha elaborado una “Estrategia de Desarrollo Sostenible del Departamento de La Paz 2022 – 2030” a partir de tres ejes: 1) Infraestructura para la integración productiva, 2) Sostenibilidad del medioambiente y 3) Promoción de la articulación comercial.

Sin embargo, para poner en marcha estrategias integrales de Desarrollo, asegura la Presidenta de la Cámara Departamental de Industrias de La Paz, Cynthia Aramayo, se requiere una alianza pública y privada. El desafío no es menor.

La propuesta de los industriales paceños plantea la creación de una zona metropolitana en torno al municipio de La Paz que implica la creación de un consejo metropolitano paceño. El ambicioso proyecto plantea vinculación hacia los cuatro puntos cardinales: 1) el norte paceño, 2) el sur paceño, 3) el este (sur peruano y norte chileno) para conectar a la economía asiática; y 4) el oeste paceño para vincular las economías de Oruro, Cochabamba, Potosí, Centros Mineros y Sucre.

“Se estima una inversión de más de $us 10.000 millones en los próximos 8 años para tener tasas de crecimiento industrial superior al 7% anual”, dice la Presidenta.

La necesidad de cambios radicales es urgente. Entre 2005 y 2014 existió un crecimiento del sector industrial paceño, similar al resto de los departamentos y Bolivia, producto del incremento de los precios de los commodities en el mercado internacional y la inversión privada y pública.

“A partir de 2015 se inició una ralentización de la actividad industrial paceña que es impactada de manera creciente y masiva por el contrabando y la informalidad; la conflictividad social y política en los eventos de 2019 en La Paz y El Alto que generaron inseguridad para la inversión privada; el impacto del Covid-19 que deterioró la liquidez en las empresas y familias; y actualmente los efectos de la Guerra de Rusia conjuntamente la crisis de contenedores a nivel internacional”.

A estos elementos de debe agregar la excesiva burocracia y falta de incentivos fiscales que no permiten la atracción de inversiones industriales y, por el contrario, la ahuyentan.

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