Implementación de buenas prácticas agrícolas en la producción de quinua

El pasado miércoles 28 de abril, la Fundación INESAD, con el patrocinio del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC), realizó el Taller de socialización de resultados preliminares del proyecto piloto “Buenas prácticas agrícolas en fertilidad de suelos para mejorar la productividad y calidad de la quinua orgánica” en el que se destacaron los avances en el tema y se identificaron áreas de mejora para garantizar el éxito en las intervenciones.

El apoyo de la RED Quinua y las organizaciones que la conforman ha sido fundamental para llevar a cabo esta iniciativa que inició en octubre de 2022  con la evaluación exhaustiva de 75 parcelas de quinua en el Altiplano Sur de Bolivia, donde se reveló deficiencias críticas en los suelos en materia orgánica, nitrógeno y fósforo. Estos hallazgos resaltaron la urgencia de intervenir para mejorar la calidad del suelo y garantizar la sostenibilidad de la producción agrícola en la zona. Por este motivo se implementó un proyecto piloto con toda la rigurosidad que requiere en términos agronómicos y económicos (evaluación de impacto).

Uno de los aspectos más destacados del proyecto fue la viabilidad del compostaje incluso en las duras condiciones invernales del altiplano, gracias al uso de microorganismos eficientes. Este hallazgo sugiere que es posible producir compost de alta calidad durante todo el año, lo cual representa un avance significativo en la gestión de residuos orgánicos y la mejora de la fertilidad del suelo.

La validación del compost en una parcela demostrativa en Huari reveló resultados alentadores, demostrando que mayores cantidades de compost generan mejores resultados en términos de crecimiento y rendimiento de la quinua. En particular, se observó que dosis intermedias de 300 y 600 gramos de compost por planta condujeron a una mayor altura y rendimiento de las plantas.

A pesar de estos avances, la implementación del compost en 20 parcelas de los productores quinueros que conforman la RED Quinua enfrentó desafíos como la falta de humedad, problemas climáticos y plagas, lo que subraya la importancia de una planificación cuidadosa y un manejo adecuado para maximizar los beneficios del compostaje. Estos obstáculos destacan la necesidad de abordar no solo la fertilidad del suelo, sino también otros factores que afectan la producción agrícola en la región.

Como parte de las recomendaciones del estudio, se propone la implementación de viveros comunitarios, la urgencia de regenerar los suelos y la capacitación continua para agricultores y agrónomos en prácticas sostenibles de manejo de suelos. Estas medidas no solo mejorarán la productividad agrícola, sino que también contribuirán al desarrollo sostenible del Altiplano Sur.

Este proyecto piloto representa un paso importante hacia la mejora de la fertilidad del suelo y la sostenibilidad de la producción de quinua orgánica. Con la implementación de prácticas innovadoras y el compromiso de las asociaciones y comunidades, se espera que este esfuerzo tenga resultados de apropiación y escalabilidad.

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