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Por:
Javier Aliaga Lordemann, Alejandro Capriles y Nayra Antezana
Resumen
Este estudio analiza los perfiles de huellas hídricas en la producción de la quinua en Bolivia, un cultivo emblemático que enfrenta desafíos significativos en términos de rendimiento y sostenibilidad. La Huella Hídrica Total (HH) de la quinua estimada para la región del Altiplano Sur de Bolivia es de aproximadamente 1.728 litros por kilogramo, con rendimientos promedio de 1,15 toneladas por hectárea. Este resultado muestra un nivel preocupante de ineficiencia en la relación de la HH y el rendimiento del cultivo, especialmente en comparación con países como Perú y Ecuador.
Los resultados muestran una alta HH y bajos rendimientos; por lo tanto, la producción de quinua en Bolivia en la zona de estudio no está optimizando el uso del agua. Esta situación puede ser explicada en gran medida por el bajo nivel de materia orgánica en el suelo de la zona (verificado mediante estudios de suelo). Así, un suelo con bajo contenido de materia orgánica carece de nutrientes esenciales, lo que perjudica el crecimiento de la quinua y afecta negativamente su desarrollo radicular debido a la compactación del suelo. Además, la falta de materia orgánica disminuye la capacidad de retención del agua, lo que es crítico en períodos de sequía como resultado del aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos en la zona. Asimismo, la falta de materia orgánica hace que las plantas sean más vulnerables a plagas y enfermedades, pero también reduce la biodiversidad microbiana, lo que afecta a procesos clave como la descomposición y los ciclos de nutrientes, que comprometen la fertilidad del suelo.
En resumen, este tipo de suelos son menos eficientes en el uso del agua, lo que puede incrementar la huella hídrica del cultivo al requerirse riegos más frecuentes. A partir de estas conclusiones, se proponen varias recomendaciones. Primero, es crucial optimizar el rendimiento y reducir la HH mediante la implementación de sistemas de riego eficientes. Esto incluye capacitar a los agricultores en estas tecnologías. También se sugiere el uso de coberturas vegetales que mejoren la retención de humedad. Además, se deben adoptar tecnologías avanzadas de riego -como sensores de humedad del suelo- y promover sistemas de captación de agua de lluvia. La formación en manejo integrado de recursos hídricos es esencial, así como el desarrollo de estrategias de adaptación climática.
Palabras clave: HH, ciclo de vida, productividad del agua, análisis econométrico, sostenibilidad agrícola.
Códigos JEL: Q57, Q56, Q15, Q25, C21.